Las dislipemias son aumentos o descensos de los lípidos (grasas) en la sangre.
Generalmente no presentan síntomas y la detección y tratamiento contribuyen a disminuir la incidencia de la enfermedad arterio coronaria (EAC).
Entre otros, existen dos tipos de colesterol: el colesterol HDL (llamado colesterol bueno) y colesterol LDL (malo).
El aumento de colesterol LDL está muy relacionado al infarto de corazón, y el aumento del HDL protege de la aterosclerosis pues ayuda a eliminar el colesterol del organismo, evitando que se acumule en los vasos sanguíneos.
Otro tipo de dislipemia se produce por el aumento de triglicéridos.
Asociando el aumento de triglicéridos y descenso de colesterol HDL con el aumento de una proteína que los transporta por la sangre, llamada apolipoproteína B, se corre el riesgo importante de padecer un infarto agudo de miocardio.
Rol del laboratorio
El laboratorio bioquímico clínico tiene un papel fundamental en determinar la presencia en sangre de una dislipemia para:
• Orientar al médico en su clasificación
• Contribuir a realizar un correcto tratamiento
• Participar luego en el seguimiento del mismo
Preparación previa del paciente
Para una correcta determinación del nivel de triglicéridos es imprescindible que el paciente concurra a la extracción de sangre con ayuno previo de 12 horas.
El paciente puede ingerir agua si lo necesita.
Análisis bioquímicos que pueden realizarse:
• Colesterol total
• Colesterol LDL
• Colesterol HDL
• Triglicéridos
• Análisis electroforético de lipoproteínas (Lipidograma)
• Apolipoproteína B
• Lipoproteína (a)